jueves, 24 de julio de 2014

Regresas

Cada vez más altivo, de la bruma, de los escombros de un corazón que late distante; del olivo, del olvido y del bullicio, regresas y lo llenas todo de ti; de tu esencia.

Vienes y la ciudad de las luces parpadeantes te aclama, y te pienso y te anhelo, te sonrío y te suspiro.
Vienes de ahí, de tus viejas cartas llenas de tu niñez, de tu inocencia empapada de palabrejas tiernas, vienes en mis lágrimas, en mi extrañeza, en mi necesidad de ti.
Regresas de la penumbra inverosímil, llena de ilusión, con tu ímpetu y el del universo, con tu sonrisa que desarma almas, con tu mirada que fulmina mi sentir.
Regresas y mi amor sigue aquí, sin cambios, intacto, regresas y eres la luz de mis ojos...


-Regresas y es tan sólo para volverte a ir.

lunes, 29 de julio de 2013

Para grabar el mapa de tu alma

Te pediría te quedes inmóvil, así, tan sólo dos segundos para poder grabar en mi mente tu vehemencia ante la vida, te pediría que no movieras ni uno de tus cabellos hacía ningún lugar, que tus párpados se detuvieran una eternidad, tan sólo para aprenderme el mapa de tu alma y que si pretendieses hacer cualquier movimiento fuese sólo para regalarme una mirada, pero sé, que sería el error más grande que cometería en mi vida, necesito de tus esbozos efímeros de enojo y tus sonrisas contenidas mientras un mundo entero se nos viene encima.


Me gustan tus manos porque cuando tomo de ellas, concibo eternidad, entre tus dedos se vislumbran las horas interminables que puedo pasar en un abrazo y el carácter sublime que le imprimes a cada beso que me das mientras me tomas con ellas el rostro. Me gusta su suavidad porque cuando me acarician, me hacen sentir el cielo, me gusta su firmeza, esa que provoca en mí, toda la certeza de que estar a tu lado es lo más hermoso que me pudo pasar en esta vida…En efecto me gustan tus manos, porque tienen una forma precisa, y sólo con ellas me atrevería a caminar los caminos necesarios para llegar a una eternidad efímera que nos puede resultar lacónica hoy; y perpetua mañana…

viernes, 29 de marzo de 2013

Desvelo número IV


Este es el cuarto de los desvelos que me causas desde que regresaste a mis pensamientos, es presuntuoso de mi parte decir que ya me he “acostumbrado” a ellos, sinceramente, me pesan, en los ojos, en las manos, y por si fuera poco; en los recuerdos.

No es que me resulte ingrata la grisácea tarde de jueves, pero le ataño a días similares a estos, tan precisos y elocuentes, este sentimiento tan “extraño” que tengo de ti, dicho así, en el más textual de los sentidos, porque eso es, un sentimiento infinito, o por lo menos así me parece desde que no he visto tus ojos color avellana y tus sonrisas ocurrentes.

Se ha enviado un mensaje, escuché antes de escribirlo, una canción que, por lo menos para mí, es típica de ti, así decía:
…”Voy a empezar por el principio”: Te extraño a morir, y aunque quizá ahí se acabe la inelocuencia de mis ansias por saberte, el sentimiento; puedes dar por hecho; va más allá de sólo eso.

Se terminó la melodía, y se difuminó dentro de ella el cántico peculiar y nostálgico de Bunbury, y el mensaje lo envié, o quizá lo soñé, con justeza, me temo; no puedo asegurarlo.

…”De sobra sabes, que eres el primero, y que no miento si digo que daría por ti, la vida entera” dice el maestro Sabina, y es que en esa tarde cuando expresé mis delirios por esa canción y los recuerdos que me traía de ti, no lo hacía por aquello de “Y sin embargo, un rato cada día, ya vez, te engañaría con cualquiera”; sino más bien por el “Porque una casa sin ti, es una emboscada, un laberinto sin luz ni vino tinto”. Y es que desde hace 4 noches, eso pasa conmigo, te sueño y despierto sedienta de tus esbozos de alegría y de los sabores interminables de tus miradas, del ritmo de tus piernas justas al caminar, y así; con esa sed que me sofoca y me asfixia, despierto a escribirte, para que; aunque puedas hacerlo en un santiamén, jamás puedas borrarme del viento, sí, de ese mismo que hoy osa tocar tu rostro con la más tierna caricia, que he encargado con el como el tesoro más preciado.

Incierta del sentimiento que guardas entre tus manos llenas de alegría y carisma, así me encuentro en esta noche, pasó una noche más, la única diferencia, es que esta me dediqué a soñarte, en aquel laberinto verde mar que recorrimos más de una vez divagando acerca de lo que creíamos se trataba la vida, de lo hermoso, sin precisar; que eso amor mío, era lo más hermoso del universo. Te añore en otra noche que pensé; se la regalaría al insomnio, lo hice porque te supe, en letras lejanas pero cálidas. Te anhelé y fue distinto a todas las veces que lo he hecho, fue tan real…

Así, hoy diverge al clima de ayer, la noche parece querer humedecerse, ojalá lo haga, entonces podré hacer que entre la calma y la neblina que deje a su paso la lluvia, mis añoranzas y pensamientos con tu nombre y apellido viajen a donde estés y te abracen.

El nítido recuerdo que invade esta tarde mi cabeza, es esa conversación casi planeada que tuvimos en sueños y se hizo tangible al día siguiente, así, sin explicaciones:

Y… ¿Qué esperas a mi lado? Preguntaste; Espero ser en plenitud, respondí.


miércoles, 27 de marzo de 2013

Los cuentos que no se escribieron

Para que fingir si lo único cierto es, que lo extraña a morir. Lo sé, porque sus ojos tienen un brillo peculiar color melancolía, y en cada parpadeo, una letra de su nombre y su apellido se dibujan...Sé con certeza que no es el paño del espejo, por más bruma que éste pueda tener, la tristeza de ella y la ausencia de él, lo inundan TODO... Incluso el rincón escondido tras las sonrisas pícaras de él cuando veían juntos el resplandor de la luna.

Aún en ese recóndito lugar, que sólo sus labios y los de él conocían a perfección, la tristeza llegaba para colorear el ambiente con su implacable desahucio. Era una tarde azul seca de miércoles, y entre las líneas pálidas e intensas de un libro que sostenía con sus manos cansadas; la asaltó una necesidad sin igual de escribirle. Tal como cuando escuchas los cantos de los pajarillos que revolotean a tu alrededor y ves al cielo buscándolos...De esa forma ella miraba en el cielo el infinito, y añoraba, entre su inmensidad, encontrar los vestigios de su sonrisa contenida y sus caricias olvidadas en un tiempo que ya no era tiempo; no los encontró. Ni a él ni a sus gestos que se realizaban en la lluvia que hoy corría por sus mejillas...

Tenía días escribiéndole sobre hojas amarillas que aparentaban envejecer con cada palabra que les dictaba, y aún así, la valentía suficiente para llamar y saber cómo estaba no se hacía presente...Era de esperarse,después de todo, contemplar las fotos de sus múltiples triunfos le daba una idea de lo bien que le estaba yendo, y eso la hacía feliz, por lo menos la dejaba menos incierta. Ah! pero que había sido de esa felicidad cuestionada si en vez de fotos, fuese su voz, y que a pesar de la distancia, llegaran a su alma sus suspiros y albergara sus penas para después hacerlas desaparecer con un cálido abrazo.

Así, terminaron, los cuentos que no se escribieron más que en las caminatas por el centro histórico, que él y ella disfrutaban en las tardes (aunque no lo crean) soleadas de diciembre...

martes, 26 de marzo de 2013

Era más que un simple mortal

Escuchaba lo que decía su conciencia.... Por lo menos eso parecía.

Ilusa soñadora, repetía el subconsciente tratando de hacerle comprender, que escupiendo sus marañas mentales llenas de recuerdos ausentes en una hoja de papel digital a las 4:15 de la mañana de un domingo; no servía de mucho.

Aún con ello, nadie le regresaría sus sonrisas, ni sus ..."y cosillas así" que hacía tiempo no escuchaba. Es que lo extrañaba pero suprimía el sentimiento escribiéndole a la nada, recordando cómo y dónde se ponían los puntos para que su "concurrida soledad" se palpara en las palabras... Creo que no lo logró.

Después de todo, lo eterno siempre es efímero; y qué nivel de contrariedad traería esto para ambos si tu, estuvieses leyendo lo que escribo, pero mah! qué vas a andar leyendo, si como otros miles de lectores a estas horas debes de estar soñando lo posible, desde hace ya, por lo menos, 4 horas, apelando a los desvelos que supongo NO te causa esta incertidumbre que tienes de mi...

Después de todo, esa paz interior que no logro concebir no es necesario que te la achaque a ti, puedo bien, hacerlo con otro u otros pensamientos que giran en mi mente, ninguno tan nítido como el tuyo, pero Ah! supongo que funciona.

¿Notaste que ese "supongo" sonó más fingido que una sonrisa a la chica de tacones altos que me causa el mayor de los desagrados?

Más aún relevante...

¿Notaste, querido mío, que charlo aún contigo en tus sueños escondidos, yo despierta... y tu dormido?

Un mensaje perdido



Y es que eso era...era un mensaje perdido entre un sueño y mil realidades.

Le pedí que me contará sus ausencias...me las contó todas, sin excepción, y por error ( a mi conveniencia) olvidó la suya en el único "Estás aquí" que yo dije... ese fue el último día que supe de él, aunque en ocasiones prefería no saber ni una foto de él, porque ah! esas fotos decían más de lo que me era preciso "saberle"... Tal vez porque para mi, esas noches de desvelo persiguiendo un sueño de academia, habían quedado rezagados; al parecer para él, comenzaban a tener sentido recientemente.

Mientras tanto, yo sufría (aunque ya no sé con precisión si eso era sufrir) desvelos por creerme  inmune a litros de café con montañas de hielo para el "calor" que esa noche habían entrado en mi cuerpo. Tenia tiempo que no le buscaba, me resultada por demás hilarante y pretencioso el pensamiento que le contenía, había aprendido a tenerle conmigo; pero no siempre en mi mente. Hasta hoy, que mis desvelos tienen aroma de café, y mis sueño corre desesperado tras ese ingrato aroma; y yo, busco entre una montaña de mensajes el último de sus "te quiero"... Ah! Claro, está ahí, sí ahí, en ese mensaje marcado con morado, cuando se tomó el tiempo de decirme que no tenía tiempo para mi, porque las obligaciones eran incuantificables y cualquier tipo de falta, por consiguiente, injustificable...

Después de muchas noches; (Siendo puntual, 68 de ellas) lo encontré entre mis recuerdos y mi inconciliable sueño.Su lamento ante la situación de sólo tener tiempo de decirme que no lo tenía para estar junto a mí, comenzaba a tener sentido, o quizá, y mejor dicho; a carecer completamente de él.

El inicio de todo esto fue la noche que me dijo que se iría por un congreso a un lejano estado que empezaba con "G" (¡Según mis fallidas lecciones ortográficas, causa de la burla de mis amigos "universitarios"!)... El estado era Querétaro, y era allá, donde habría de presentar una importante ponencia. Ese día se me ocurrió decirle que tenía una maraña de sentimientos encontrados que me resultaba impreciso descifrar. Él sólo contestó: -Quizá nos tocará converger en otra vida; otro karma. Lo entendí cómo el final... Y luego me pregunté impaciente e incierta de todo, ¿Final?... Conclusión en extremo cuestionable.

Ante la disculpa y el arrepentimiento de tener escasos minutos para hacerme saber (obviamente no en persona)  que me "quería" y esbozar que lo efímero era su tiempo compartido, mi descontento y mi sorpresa fueron inimaginables... Así, dí salto y seña de mi ubicación, y aseguré -Todos tenemos cosas por hacer, hazlas. Con la esperanza, o quizá con el desazón de que comprendiera que eso significaba que anhelaba que hiciera lo "necesario" para saberle, para escucharle... Nada pasó después, "sólo la vida".

Heme hoy aquí, buscando entre un millar de mensajes, uno marcado con color morado, o violeta, ahora no puedo ser exacta con el color, uno en mis recuerdos vacíos que me asegure "nos volveremos a ver"... Pero no existe.


viernes, 24 de septiembre de 2010

ALGO QUE NO SE COMO EXPLICAR...


Me ha nacido la necesidad de escribirle a aquel cuyos ojos me hacen volar...

Al fin llego a mí el día en que el consuelo del sueño me abrazo pronto, y
Sorpresiva pero encantadoramente, me desperté consciente de un repentino
Asalto de sollozos que me exigían aceptar mi creciente e inexplicable cariño
Por ti, una lágrima que rodaba por mi mejilla, silenciosa, me cuestionaba mi sentir,
Mi mente solo lograba elaborar pensamientos con tu nombre, tu aroma, tu suave
Caricia y tu esencia plateada, que como un sello marcado, los hacia destacar,
Y posesionándose de mi inspiración, pronto comprendí que lo que me hacia
Esquivar tus bellos ojos y hacer mudos tus embelesan tés labios, era el veloz
Palpitar de mi corazón.



Quisiera poder hacer un puente que acercara tu ser al mío, desearía tener la
Posibilidad de leerte y escribirte en más que palabras, hacer mío el brillo de tus ojos
Y descifrar los sabores de tu alma...

Hoy nuevamente llegas a mí, mis latidos aumentan su frecuencia, el esbozo
De una sonrisa que desea pasar desapercibida se hace presente…

De pronto, un suspiro contenido, una mirada profunda, un susurro interior y
Varias canciones interpretadas vanamente te confiesan mi anhelante y enorme
Sentir.

Otra vez te encuentro en mis sueños, cada día es más real, cuando te siento
Conmigo, aunque sea un instante que yo decido convertir en una eternidad, cada
Caricia que me has regalado, cada suspiro que me ha arrebatado, y con cada beso
Que hemos construido, el día de hoy al despertar descubro que mi realidad es mucho
Más hermosa que mi sueño, porque te tengo junto a mí, porque puedo cubrirnos de
Silencio y amarnos con una mirada, porque tú eres mi alma que vuela por el viento
Que acaricia tu rostro y te confiesa que te ama...