martes, 26 de marzo de 2013

Era más que un simple mortal

Escuchaba lo que decía su conciencia.... Por lo menos eso parecía.

Ilusa soñadora, repetía el subconsciente tratando de hacerle comprender, que escupiendo sus marañas mentales llenas de recuerdos ausentes en una hoja de papel digital a las 4:15 de la mañana de un domingo; no servía de mucho.

Aún con ello, nadie le regresaría sus sonrisas, ni sus ..."y cosillas así" que hacía tiempo no escuchaba. Es que lo extrañaba pero suprimía el sentimiento escribiéndole a la nada, recordando cómo y dónde se ponían los puntos para que su "concurrida soledad" se palpara en las palabras... Creo que no lo logró.

Después de todo, lo eterno siempre es efímero; y qué nivel de contrariedad traería esto para ambos si tu, estuvieses leyendo lo que escribo, pero mah! qué vas a andar leyendo, si como otros miles de lectores a estas horas debes de estar soñando lo posible, desde hace ya, por lo menos, 4 horas, apelando a los desvelos que supongo NO te causa esta incertidumbre que tienes de mi...

Después de todo, esa paz interior que no logro concebir no es necesario que te la achaque a ti, puedo bien, hacerlo con otro u otros pensamientos que giran en mi mente, ninguno tan nítido como el tuyo, pero Ah! supongo que funciona.

¿Notaste que ese "supongo" sonó más fingido que una sonrisa a la chica de tacones altos que me causa el mayor de los desagrados?

Más aún relevante...

¿Notaste, querido mío, que charlo aún contigo en tus sueños escondidos, yo despierta... y tu dormido?

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